Los gigantes de internet cierran el año bajo la lupa por auditorías e investigaciones que comenzaron a partir de denuncias recibidas sobre malos tratos y fallas de seguridad hacia trabajadoras y trabajadores.
El ente regulador de derechos civiles de California, Estados Unidos, comenzó una investigación en relación al trato de Google hacia las trabajadoras negras. El proceso se inició luego de que varias mujeres, bajo anonimato, expresaron que sufrieron acoso por parte de sus autoridades y que se sintieron discriminadas. Algunas de ellas contaron, en declaraciones a la agencia Reuters, que durante el transcurso de este año fueron marginadas de múltiples proyectos solo por ser mujeres negras.
Desde las oficinas centrales por el momento han decidido cooperar con la investigación y mediante declaraciones de Shannon Newberry, una de sus voceras de la compañía, al sitio The Verge informó que: “Nuestro objetivo es garantizar que todos los empleados vivan Google como un lugar de trabajo inclusivo. Continuaremos enfocándonos en este trabajo e investigaremos cualquier inquietud, para asegurarnos de que nuestro lugar sea representativo y equitativo”.
Mientras tanto en Amazon también hay conflictos y denuncias por parte de empleados y empleadas. Recientemente Courtenay Brown, trabajadora de la empresa en la sede de un almacén en Nueva Jersey, Estados Unidos, en el marco de una audiencia sobre el rol del trabajo en las empresas de tecnología y el posterior traslado de costos de los productos al consumidor final, testificó ante el Senado de ese país sobre las condiciones laborales que viven cotidianamente en el centro de distribución. Ella dijo: “La empresa ha logrado su éxito en el modelo de negocio a través de pura brutalidad; vigilando, contabilizando el tiempo de trabajo y sancionando a empleados. Básicamente pueden ver todo lo que haces, y todo es para su beneficio. Es degradante”.
Luego de estas declaraciones un grupo de accionistas de Amazon presentó una resolución a la junta directiva en la que solicitan que se realice una auditoría independiente que investigue la salud y seguridad en los lugares de trabajo de la empresa. Además, piden que se lleve a cabo con aportes y declaraciones de los empleados de la compañía y con expertos en seguridad e higiene. Mary Beth Gallagher, una de las accionistas que presentó la resolución expresó: “Es necesario evaluar el modelo de negocio. La forma en que se mide la productividad de los empleados contribuye a construir un entorno de trabajo poco seguro”.
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